Create a blog post subtitle that summarizes your post in a few short, punchy sentences and entices your audience to continue reading.
De niño, me encantaba jugar a las escondidas. Contaba hasta 50 mientras mis amigos corrían y se escondían. Mi papel consistía en buscarlos y alcanzarlos. Aunque estuvieran presentes, no estaban a la vista. La sensación de hambre es algo parecido, puede estar presente, pero no ser perceptible.
Cuando tu cuerpo no obtiene las calorías suficientes de la comida, tu cerebro envía una señal para decir que aún necesita más comida. Tu estómago puede gruñir, y puedes sentir que te desvaneces. Esto es lo que comúnmente conocemos como hambre, no está oculta, la sentimos y la experimentamos cada ciertas horas durante el día.
Pero cuando tienes deficiencias de un micronutriente en específico, digamos la vitamina D o magnesio, tu cerebro no recibe la misma señal. Este tipo de hambre, conocida como hambre oculta o deficiencia de micronutrientes, es ignorada comúnmente o eclipsada por el hambre relacionada con el déficit energético.
¿Qué es el hambre oculta?
De acuerdo con el Índice Global del Hambre: El reto del hambre oculta, más de dos mil millones de personas sufren de hambre oculta o deficiencia de micronutrientes. La deficiencia de micronutrientes, a menudo ignorada y difícil de detectar, debilita el sistema inmunitario, frena el crecimiento físico e intelectual y puede incluso provocar la muerte.
La desnutrición, al igual que el hambre, puede no ser perceptibles a simple vista, ya que la desnutrición puede traslaparse con la obesidad. Nuestros cuerpos pueden no estar pasando hambre por falta de calorías, sino por falta de micronutrientes esenciales.
Esto forma parte de lo que conocemos como la triple carga de la malnutrición, la coexistencia de:
La desnutrición: Mil millones de personas pasan hambre debido a que no reciben los alimentos suficientes.
El sobrepeso y la obesidad: 2,500 millones de personas padecen sobrepeso a menudo porque consumen demasiadas calorías vacías.
La deficiencia de micronutrientes: 3 mil millones de personas están desnutridas por falta de alimentos nutritivos.
Aunque las mujeres embarazadas, los niños y los adolescentes suelen considerarse como la población más vulnerable afectada por el hambre oculta, esta perjudica la salud de las personas a lo largo de toda su vida.
Vencer el hambre y la desnutrición en todas sus formas (incluyendo la subalimentación, la deficiencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad) no solo se trata de asegurar suficiente alimento para sobrevivir.
El papel de la nutrición en la disminución del hambre oculta y la desnutrición
La nutrición es la clave para el bienestar de las personas. Los micronutrientes, al igual que las vitaminas y los minerales, son igual de esenciales que los macronutrientes como las proteínas, las grasas y los carbohidratos, debido al papel que desempeñan al mejorar nuestra salud en general.
Aunque el cuerpo solo requiere pequeñas cantidades de micronutrientes como el hierro, la vitamina A, la vitamina D, el yodo, el folato y el cinc, la deficiencia de los mismos puede resultar en síntomas encubiertos u ocultos que son difíciles de detectar clínicamente, tales como:
Fatiga general
Reducción de la capacidad para combatir infecciones
Deterioro de la función cognitiva, como pérdida de atención, concentración y enfoque, memoria y estado de ánimo
Consecuencias para la salud a largo plazo, como el aumento en el riesgo de padecer enfermedades crónicas
Llevar una dieta sana, adecuada y nutritiva es esencial para luchar contra el hambre oculta, pero la educación nutricional también juega un papel muy importante, ayudando a las personas a tomar decisiones más saludables.
Finalmente, entender la información nutricional en la etiqueta de los alimentos puede ayudarte a tomar mejores decisiones al comer y a elegir una variedad de alimentos y bebidas con una concentración de nutrientes más alta a lo largo del día.
La densidad nutricional mide cuántos nutrientes puedes obtener por porción y caloría consumida. Es una métrica importante para llevar una dieta saludable.
Al elegir entre dos alimentos con la misma cantidad de calorías, los alimentos altos en nutrientes pueden brindarle a nuestro cuerpo la proteína, fibra, grasas saludables, vitaminas y minerales que necesitamos cada día, mientras que los alimentos bajos en nutrientes ofrecen calorías vacías procedentes del azúcar y las grasas saturadas sin ningún nutriente significativo.
El impacto global de nuestra iniciativa Nutrición para Hambre Cero
Dado que la comunidad internacional se ha comprometido a acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición antes del 2030, los alimentos y la ayuda relacionada con los alimentos se encuentran en el centro de la batalla para romper el ciclo de la pobreza y reducir el hambre a cero.
Mediante la iniciativa Nutrición para Hambre Cero (NFZH, por sus siglas en inglés), nos hemos asociado con organizaciones importantes como el Programa Mundial de Alimentos y Feed the Children, quienes son la fuerza impulsora para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición.
A nivel mundial, trabajamos para garantizar el acceso a una correcta nutrición en las comunidades vulnerables en las zonas rurales de China y apoyamos los programas de educación infantil en Malasia que promueven alimentos saludables y adaptan los sistemas globales alimentarios a fin de combatir la creciente tasa del hambre. Planeamos llegar a muchas más personas que han sido afectadas por las diversas facetas del hambre y la desnutrición antes del 2030.
Lo que la gente consume en cada etapa de su vida debe ser nutritivo. Los sistemas sociales, educativos, de alimentación y salud deben trabajar juntos, mano a mano, para resolver los múltiples problemas que presenta el hambre oculta en la actualidad y para las futuras generaciones.
Comments